Ícono del centro de Chillán, la Iglesia San Francisco está ubicada en la esquina de las calles Sargento Aldea con Vega de Saldías. Un templo construido por Eduardo Provasoli Pozzoli entre el año 1907 y 1937, en un terreno de 2.000 metros cuadrados, de los cuales 1.600 m2 están edificados.
Su estructura es de hormigón armado y su techumbre de fierro galvanizado. Es una de las pocas construcciones que resistió el terremoto de 1939, gracias a la resistencia de su materialidad.
El Plan Regulador Comunal de Chillán detalla que “el conjunto Iglesia y convento de San Francisco, representa uno de los escasos testimonios de la arquitectura y de la ciudad existente antes al terremoto de 1939, si bien el terreno que ocupaban en ese entonces los Franciscanos era mayor, la ubicación y relación con la plaza Pedro Lagos es la misma. La iglesia y convento son un referente urbano, el cual dota de identidad al sector y que denomina popularmente a la plaza nororiente de la ciudad, como plaza San Francisco”.
El documento de planificación precisa que este Inmueble de Conservación Histórica “es trascendental en la arquitectura local, el primero por ser el único vestigio de la arquitectura de la cuarta fundación de Chillán de 1835, que permite conocer un ejemplo de construcción colonial en adobe de dos pisos, y la Iglesia por ser una de las primeras construcciones en hormigón armado de la ciudad de estilo neorománica que resistió el fuerte terremoto de 1939. Se desconoce el autor del convento, pero cobra relevancia el arquitecto de la Iglesia, Eduardo Provasoli, italiano quien fue el autor de las destacadas iglesias Divina Providencia de Santiago y Catedral de Castro, esta última de reconocimiento patrimonial mundial”.
La orden franciscana, junto a los jesuitas y mercedarios, es una de las primeras congregaciones que llegan al Chillán en la época de la colonia. Entre sus principales aportes está la creación del Colegio de Naturales para hijos de caciques araucanos y vecinos del Chillán de entonces, en el cual estudió el propio Bernardo O’Higgins. En la cuarta fundación de 1835, los franciscanos se trasladan al Chillán nuevo y construyen el convento que hasta hoy está en pie, como la única edificación de la última fundación de la ciudad. Por su parte, la Iglesia se comenzó a construir en 1907 y ha resistido los terremotos de 1939, 1960 y 2010.